Dieciocho años como deportista profesional en motos acuáticas, no sólo la llevaron a conocer países y mares lejanos en los que tuvo que navegar con la fiereza de sus contrincantes -casi siempre hombres-, sino también a experimentar la ingratitud de las autoridades peruanas hacia los deportistas que llevan por todo lo alto la bandera nacional. Con esa idea llegó al Congreso. Creyendo que podría cambiar la realidad en el deporte, pero no imaginó lo que sucedería.

La flamante congresista independiente conoce ahora también las aguas movidas del Parlamento. Paloma Noceda, dudó mucho antes de hablar sobre su renuncia. Clara en sus razones y sin miedos, se muestra no obstante nerviosa, diciendo en varios momentos que no quiere dar más detalles; sobre todo cuida mucho sus palabras cuando hablamos de la Federación Peruana de Fútbol; y confiesa varias veces que le gustaría no exponer los asuntos de Fuerza Popular, el partido que la llevó al Parlamento en el 2016 tras una ardua campaña que pagó con ayuda de su familia y ahí se desmarca de señalamientos a otros congresistas: “No recibí un centavo, no le debo nada a nadie. Lo único que tuve del partido fue el apoyo de las bases que son impresionantes”.

Aunque Noceda había vivido episodios incómodos dentro de su bancada, renunciar no era una opción. No le había gustado lo ocurrido meses atrás con un proyecto de ley que desarrolló su despacho sobre la Ley General del Deporte y tampoco se sentía cómoda con las decisiones del partido que tomaba el Comité Directivo de Fuerza Popular sin consultar al resto de congresistas. Sin embargo, pensaba que todo se podía superar hasta que la semana pasada Keiko citó a reunión de bancada e informó sobre la nueva vocería y la opción elegida para la Mesa Directiva 2018-2019: Daniel Salaverry Villa iría a la cabeza acompañado de Leyla Chihuán, Segundo Tapia y Jenny Vilcatoma.

Paloma Noceda regresa a la casa de su infancia en el campo y escapa del bullicio limeño.

No hubo debate ni discusión y Noceda supo en ese instante que votaría en blanco. Los vicepresidentes ni los voceros le suponían un problema, pero asegura: “Había mejores cuadros para la presidencia. La cara del partido debía cambiar pues el cuestionado DSV era la continuidad de un Luis Galarreta que me parece que no lo hizo bien porque priorizaba temas, desde la Mesa, que no eran los más importantes para el país”. De ahí a renunciar, sólo había un paso.

Fue una sorpresa para muchos y algunos colegas buscaron persuadirla, pero Paloma no cedió. Desde la presidencia de la Comisión de Educación, Cultura y Deporte, había tocado sin querer a la Federación Peruana de Fútbol, sus jugosos ingresos y a su presidente. En realidad buscaba favorecer a todas las disciplinas deportivas, finalmente para eso había llegado al Congreso, pero se dio cuenta que habían demasiados intereses y hasta archivó el trabajo que estaba preparando.

Noceda intenta evitar este tema aduciendo que hasta recibió amenazas de muerte por parte de los hinchas luego que se creara un psicosocial, a pocos días de la clasificación al mundial. De pronto la señalaban como la responsable si la FIFA desafiliaba al Perú por “injerencia del Estado” en la FPF, aunque asegura que su proyecto nada tenía que ver con eso. Dice que lo que más le molestó fue que meses después, ad puertas del Mundial, Daniel Salaverry, su compañero de bancada que conocía sus esfuerzos y los problemas que había tenido, presentó al Pleno, exonerando de su Comisión, una Ley llamada Ley de Fortalecimiento del Fútbol que iba completamente en contra del Proyecto por el que tanto había luchado: “Se saltaron mi grupo de trabajo para excluir sólo a esa disciplina de la supervisión –de la Contraloría- de sus recursos por ser privados. Estábamos con toda la fiebre del fútbol y el Pleno votó inmediatamente a favor, con el apoyo es cierto, de otras bancadas”. Noceda ni asistió a la votación.

El “hasta aquí llegué” de Paloma la convierte en la congresista #13 de Fuerza Popular en abandonar la bancada, lo anunció al país votando en secreto cuando la consigna era, aparentemente, mostrar el voto -secreto: “De ninguna manera iba a enseñar al resto mi voto” y antes de despedirse asegura: “Sabía que la política era un mar sucio, lleno de basura y que debía aprender a navegarlo, en eso estoy”.


Datos: Paloma Noceda Chiang, hija de empresarios, tres veces campeona mundial de motonáutica, segunda de tres hermanas, madre de dos hijos, ingeniera industrial en la Universidad de Lima, máster en Bristol y máster en Esan.